‘Las estrellas parpadean’.
Historia contada por Nuria Lozano Marne, León, España.
Cuando era niño, mientras mis padres dormían a pierna suelta, salía de casa a contemplar el cielo. No pasaba una noche sin que me encontrara en la azotea para ver lo que tanto me molaba: la vida nocturna del cielo.
A eso de la una de la madrugada, solía despertarme. Iba con pies de plomo para que mis padres no notaran nada. Subir las escaleras sin hacer el menor ruido era todo un arte. Veía cada peldaño como un obstáculo mayúsculo que tenía que pasar. Eran quince los que tenía que trepar antes de alcanzar la azotea tan deseada y subía de puntillas apretando los dientes y parando la mar de veces para comprobar que papá y mamá seguían dormidos.
Al llegar por fin a lo más alto de la casa, me sentía aliviado. Me metía en la hamaca y estaba con el pie en el estribo. ¡Rumbo al firmamento! Contemplaba las estrellitas que se encendían y se apagaban como si parpadearan, las nubes que cambiaban de forma y animaban los cielos con sus monstruos y animales, los colores que no paraban de renovarse mezclándose, la luna que se complacía en aparecer y desaparecer tiñiendo de oro cuanto la tapaba. Aquel cielo era como una tela de luces que iba cobrando vida: todo se movía sin cesar. El espectáculo era grandioso, constante y repleto de sorpresas. El viaje era total. Me figuraba que estaba volando.
Resistía a las ganas de dormir, pero a eso de las tres, siempre podían más que yo y de golpe, me veía como caído de las nubes. La vuelta a la realidad la vivía como un suplicio. Tenía los párpados pesados, a punto de cerrarse, pero los ojos llenos de lucecitas y el alma como para dejarla ir sola por una ruta celeste.
Texto escrito por Bel Bahloul.
Correo electrónico: bel.bahloul@laposte.net
‘Tenía los ojos llenos de lucecitas’. | ||
01 | El relato. | |
02 | Verdad – Falso. | |
03 | Unas palabras. | |
04 | ¡Exprésate! | |
05 | El documento del estudiante. |