Quino: ‘El ladrillo de los malos recuerdos’.
El tebeo:
El cuento:
Historia contada por Mireya Nicolás Cánovas, Murcia, España, 2020.
José era pastor de oficio. Eligió esa profesión porque le molaba el campo. Le gustaba contemplar el color verde de la naturaleza y la belleza de los paisajes, le chiflaba la serenidad que le transmitía el canto de los pájaros. Se sentía a gusto entre sus ovejas y los árboles que le parecían cada día más bonitos. Lo pasaba bien caminando por las lomas que conocía al dedillo. José era muy de campo, aunque durante un tiempo, se fue a vivir a la ciudad, a Madrid para buscarse la vida. Pero, le duró muy poco: regresó al cabo de unos meses a su tierra natal porque no soportaba ni el ruido ni la contaminación que reinaban en la ciudad y echaba de menos los campos verdes de su pueblecito.
Una calurosa tarde de verano, mientras José se paseaba con sus ovejas, se sorprendió al ver un ladrillo en medio de uno de sus campos. Lo cogió y se lo acercó al oído. Entonces, se le vinieron a la mente todos los inconvenientes de la gran ciudad en la que había malvivido: la contaminación, el tráfico incesante de camiones y coches, el ruido de los pitos, la multitud, esa gente que siempre iba con prisas… José se acordaba de que se sentía muy poca cosa entre los rascacielos y las inmensas avenidas. Todos los recuerdos que tenía de aquella época eran lejanos y malos, y lo triste era que los tenía grabados para siempre. Por lo cual, le echó una última mirada al ladrillo y, para olvidar aquella mala experiencia, desfogó su ira tirándolo con rabia contra una piedra y se hizo añicos.
José se sintió muy aliviado de no tener que volver nunca más a la ciudad. Le tenía manía. Siguió a su rollo, bajando por la loma mientras murmuraba para sí mismo: « ¡no pienso volver a la ciudad, ni de coña! No volveré a ese infierno jamás de los jamases. Allí todo el mundo está malhumorado y pone mala cara. Lo mío fue una pesadilla ».
Entre el balido de las ovejas y el canto de los pájaros, José emprendió el camino diario por sus montes y paisajes, un camino que le hacía muy feliz.
Los documentos: